martes, mayo 25

Basta de masoquismo



El silencio invadió la casa. Fran duchado y vestido se acercó a mi y me miró profundamente interrogante. Sonreía escasamente. Le sonreí y serví el Earl Grey con esmero y en silencio.

Fran rompió el hechizo:

- ¿Pero es que no te apetece?

- Estoy hirviendo como el té. No te vayas a quemar.

- ¿Contigo o con el té?

- Con el té, cariño

- Entonces no te apetece…

- Yo no he dicho eso.

- ¿Entonces?

- Entonces quiero aguantarme hasta que me estallen las ganas de que me toques. Entonces quiero aguantarme hasta tener que suplicarte que me toques. Y luego desearte hasta morir de ganas de hacerlo contigo.

- ¿Y eso cuando viene a ser?

- No seas impaciente.

0 Sensuales comentarios: